La adaptación de uke


Una de las cosas que más me llamó la atención cuando empecé a hacer aikido fue que uke debía acompañar los movimientos de tori. En cierta manera lo veía como "dejarse" y las dudas que nos han asaltado a todos sobre el pragmatismo del aikido cuando nos iniciamos en la práctica inundaron mi mente. ¿Cuántas veces nos hemos oído frases como "es que en la calle nadie te coge de la mano" o "le intenté hacer un ikkyo a un amigo para demostrarle que es el aikido y no me salía"? A día de hoy estas dudas están resueltas. En estos momentos no considero el aikido como un arte marcial, sino un camino espiritual con una parte física, que es la que se practica mayoritariamente en clase.

Recuerdo que al principio, cuando intentaban hacerme un ikkyo, no salía. Instintivamente giraba el cuerpo y el hombro y me quedaba casi dando la espalda. El profesor de aquel entonces observó que para poder hacerme un ikkyo había que hacerlo rápido, para que a mi cuerpo no le diese tiempo a adaptarse de aquella manera tan poco "marcial". Un tiempo más tarde, con otro profesor, me explicaron que el aikido tiene sus formas y que no es tori quien hace la técnica y uke se deja llevar, pasivo, sino que también tiene su trabajo. Aprendí entonces cómo tenía que colocarme para que ikkyo saliese bien y fui comprendiendo que uke debía ayudar a que tori pudiese hacer correctamente la técnica, sobre todo los primeros años.
Tuve entonces la sensación de que el aikido era algo irreal. En una situación de conflicto en la calle mi agresor no se iba a colocar como en clase, ni me iba a agredir como en clase. No me iba a servir lo que aprendiese y valoré el cambiar de arte marcial. Claro, era demasiado pronto para comprender lo que es el aikido.
Pero lo cierto es que me gustaba el aikido y decidí seguir, cosa de la que no me arrepiento. Seguí acompañando los movimientos del compañero cuando hacía de uke. Mientras pasaban los años y mi comprensión sobre el aikido fue aumentando, gracias también los cursos de otros maestros con danes que no se cuentan con los dedos de una mano, asimilé nuevos conceptos y otras formas de hacer aikido. El aikido no era algo estático, sino todo lo contrario. Y sobre todo el trabajo de uke. Antes creía que el trabajo duro e importante era el trabajo de tori, que es al fin y al cabo quien hace la técnica, pero a día de hoy entiendo que uke es tan importante como tori. El trabajo de uke es adaptación. Adaptarse al trabajo de tori. Ir cuando tiren de ti, ceder cuando empujen de ti. Es un trabajo activo y requiere también de concentración.
Hace no mucho tiempo, cuando me preparaba los exámenes de primer dan, empezó a asaltarme cierta duda. Me di cuenta de que uke conocía todos los movimientos que debía hacer en cada técnica, y siendo yo consciente de que estaba haciendo algo mal, no se reflejaba en el resultado, que parecía que era correcto. Observé que habíamos acompañado durante tantos años de aprendizaje, que ahora aunque tori hiciese incorrectamente la técnica, al saber uke cómo tenía que moverse, parecía que saliese bien. Me asaltó entonces de nuevo esa duda de irrealidad, eso sí, muy distinta a la de mis comienzos. Si uke debía adaptarse a tori, y tori no hacía correctamente la técnica, el resultado no podía parecer correcto. En estos momentos, considero que si uke no reacciona ante los movimientos de tori sino que al saber lo que va a pasar reacciona respecto a lo que cree que va a pasar, no se produce una unión, es como si fuesen independientes. No existe conexión entre ambos. Esa conexión se produce cuando uke reacciona ante tori respecto a la energía y el movimientos proyectados.
Pongamos un ejemplo: imaginemos un irimi nage, en el que tori no se coloca bien detrás para hacer girar a uki ni hace la proyección correctamente. Con un uke experimentado, la técnica parecerá que sale decente porque acompaña todos los movimientos y sabe lo que va a ocurrir en cada momento, e incluso se dejará caer aunque no sienta la proyección. Entiendo que debe ser así cuando uno está empezando y tiene tantas cosas que aprender, hay que dejar que asimile los movimientos del aikido, que se familiarice y que aprenda las cuestiones básicas. No así a mayor nivel. Creo que a mayor nivel uke debe de dejar de acompañar para trabajar la adaptación. Si no te estoy proyectando no te dejes caer y si dejo de ejercer control sobre ti levántate y reacciona. A mayor nivel uke debe estar atento a reaccionar cuando deja de estar controlado y debe adaptarse a la energía que proyecta tori aunque eso sea descubrir lo mal que lo está haciendo.
El concepto que he explicado lo aplicaría a parejas de trabajo que se estén preparando para primer dan o superior, pero lo introduciría desde el primer momento. Por supuesto, hasta entonces, se debe seguir con trabajando los acompañamientos y aprender formas y movimientos.
Pero mi duda es, ¿cómo puedo hacer esto sin que parezca que estoy poniendo trabas al trabajo de tori? No se trata de obstaculizar el trabajo de tori, pero sí de adaptarse a la energía que proyecta, en la dirección en la que la proyecta, sin perder las formas del aikido.

Esto expuesto no es más que una opinión mía y representa lo que creo y siento en estos momentos. Puede que dentro de quince años, cuando lo vuelva a leer, me diga a mi mismo "¡Pero que atrevida es la ignorancia!"

Jordi de Groot

Comentarios

  1. Muchas gracias por tu colaboración!!!!
    Esperaré unos días para comentar cosas sobre este tema tan interesante, no quiero mediatizar el debate ;)

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  2. Yo personalmente doy gracias porque lo hayas escrito y expresado, soy un tori con grandes vicios que no desarraigo y solo en ciertas ocasiones se me corrige pero personalmente creo que debe ser hecho con equilibrio y segun por quien. Si es continuo por mi uke habitual llego a no sacar el mental y ya nada penetra en el subconsciente. Hecho en el momento preciso es posible que corte con un vicio y siga avanzando.

    Pero como uke, siempre deseo unirme, entregarne por lo que me parece dificil tomar participación en esto. Por tanto, pienso que es mejor que sea el maestro quien corrija.

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  3. Bueno, yo creo que he dejado suficiente tiempo para que quien quiera haya manifestado su opinión.
    El fondo de la cuestión, a mi juicio, es cuanto apego le tiene uno a la vertiente marcial del aikido. En función de eso se define a uke bien como un enemigo o bien como un compañero. En el caso de encontrarse uno en la primera concepción, el papel de uke es claro: atacar siempre y en bajo cualquier circunstancia (dentro de las normas que en cada dojo se decida imponer). Si te encuentras en la segunda, la opción uke puede variar desde un pasmarote que se deja hacer hasta un compañero que supone un reto para tori y que le ayuda a mejorar.
    ¿Cuál es mi posicionamiento? Bien, en la actualidad opino que uke debe ser un compañero (estoy en la segunda alternativa planteada) y debe poner las circunstancias adecuadas para que tori aprenda y mejore. Esto requiere de mucha benevolencia, mucha paciencia, mucha sensibilidad y mucho conocimiento. Obviamente es imposible guiar sin saber más que el guiado. En el caso que uke sepa más, implica guiar mucho a un principiante y señalar los errores que vea en un "avanzado".
    ¿Cómo se hace esto? Bueno, sobre esto podíamos hablar mucho, pero básicamente entiendo que es un proceso natural dentro de un dojo (los cursos son otro tema). En principio se deben hacer las indicaciones sin que sean percibidas como una imposición y en esto tiene mucha importancia la educación. Si además es posible comunicarse de manera no verbal ya sería todo idílico. En caso de haber problemas no merece la pena discutir y es el momento adecuado para acudir al profesor. De todas maneras lo que hay que tener claro es que antes de plantear problemas a tori uno tiene que tener claro que ha hecho su papel de uke de manera adecuada, ya sabéis que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno.
    Mi opinión actual se debe a un cúmulo de circunstancias, pero quizás lo que más impacto haya tenido es la lectura del artículo de Nishioka Tsuneo Shihan titulado "Uchidachi y Shidachi", que tenéis a vuestra disposición en la sección de descargas.
    Finalmente aclararé que todo esto es independiente de la cuestión técnica. Ahí no hay duda, en ambas concepciones se pueden hacer los dos tipos principales de aikido: bueno o malo.

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